En el marco del Rally Master 2022, los organizadores el evento decidieron rendirle tributo al Renault 18, uno de los autos más emblemáticos y el más ganador de la historia del rally en nuestro país. Y además contaron con la presencia destacada de Alejandro Moroni y Jorge “Bicho” Del Buono.
Los organizadores del Rally Master de la tracción simple siempre buscan que cada evento tenga un condimento especial. Y, lógicamente, este 2022 no será la excepción, ya que la competencia que por tercera vez consecutiva tendrá su epicentro en la ciudad puntana de La Toma será en homenaje a uno de los vehículos más emblemáticos de la especialidad: el Renault 18.
El auto más ganador de la historia del rally en nuestro país. El noble y veloz sedán diseñado en Francia obtuvo nada menos que 16 campeonatos argentinos de rally (11 de ellos consecutivos) y consagró a lo largo de su carrera a pilotos de la talla de Jorge Recalde, Ernesto Mario Soto y Gabriel Raies, entre otros.
A fines de 1980, Renault Argentina comenzó a producir al 18, un modelo completamente nuevo, que había reemplazado dos años antes en Europa al R12. La robustez, la sencilla tracción delantera y su potente motor 2.0 lo convirtieron en una pesadilla para los autos que intentaron hacerle frente en la misma época, como el Fiat Regatta y el Peugeot 504. En esta disciplina fue prácticamente invencible, y hasta se animó a pelear mano a mano con extranjeros más modernos en las visitas del Rally Mundial a la provincia de Córdoba.
A cuatro décadas de sus primeras participaciones en el certamen nacional, los autos fabricados en Santa Isabel (Córdoba) tuvieron este jueves (en la previa del inicio de la novena edición del Master) un reconocimiento especial, y con dos invitados de lujo: Alejandro Moroni (expiloto que incluso trasladó hasta la ciudad puntana uno de los vehículos que integró el equipo oficial de la marca junto a Recalde y Soto) y Jorge “Bicho” Del Buono (ex navegante del “Cóndor de Traslasierra”), quienes no dejaron de compartir anécdotas con los presentes.
Para los fanáticos más jóvenes fue una forma de vivir un momento histórico, de ver de cerca un auto que no tuvieron la oportunidad de conocer en los caminos; mientras que las generaciones mayores pudieron revivir -aunque sea por un momento- una época gloriosa de nuestro rally.