El Rally Tucumano disputó la primera fecha de la temporada en Tafí Viejo con 43 tripulaciones en línea de largada. El inicio de temporada se había postergado luego de tres intentos a causa de la pandemia. El triunfo en la general le cupo a Gustavo Nazar navegado por Daniel Villalba a bordo de un VW Gol de la Clase N1. El segundo lugar fue para Juan Martin Pose – Pablo Molina, ganadores de la A1, en tanto la tercera ubicación fue para el experimentado Miguel Reginato, navegado por el “Pupin” Monasterolo, adueñándose de la Clase A7.
También ganaron Eduardo De La Riestra – Alberto Alvarez en la RC5, Alejandro Chanta – Fernanda Herrera en la A5S y Andrés Reginato – Luis Alvarez en UTV.
La carrera tuvo en su inicio, un accidente protagonizado por Karim Drube – Mariano Elwart (VW Gol A1 – VIDEO) al trasponer un vado. En ese sentido, el auto salió disparado para donde estaba ubicado el público, mal ubicado; que no tuvo grandes consecuencias. Podría haber sido peor. Allí la carrera se detuvo, para luego ser reiniciada.
En lo estrictamente deportivo, debemos decir que se corrieron cinco de las seis pruebas especiales pactadas, debido a la demora por el accidente antes mencionado. En ese sentido, no se iba a llegar con la luz solar necesaria.
En la Clase N1, sin dudas la más numerosa (15) y competitiva, la victoria fue para Gustavo Nazar, quien aventajo a Ricardo Collado – Gabriel Gubaira por 2.4 minutos y a Fabián Scalora – Maxi Karamatich por 2.7 minutos.
ESCUCHA A GUSTAVO NAZAR …
En diálogo con Rally País Radio, Gustavo reflexionó : “La carrera en sí estuvo muy buena, los caminos espectaculares, el parque de asistencia de primera, lástima lo del accidente. La negligencia de la gente, al estar mal ubicada a la salida del vado, puso en riesgo todo. Tal vez, en ese lugar faltó mayor presencia policial. Hasta que no suceden estas cosas, no se toma conciencia”.
En lo deportivo, no me esperaba ganar la general. Dentro del Rally Tucumano hay pilotos de gran nivel. Nosotros salimos a tratar de hacer lo mejor en el primer rulo. Luego del tercer prime quedamos en la punta, con cierta ventaja sobre el resto, solo nos quedó administrarla”.
Lo consultamos sobre quien atendía su auto: “La motorización le pertenece a mi hermano Franco, la inyección a Ariel Mónaco y la suspensión a “Cucú”. Todo se hace y desarrolla en nuestro taller”.
Sobre el final dejó una reflexión sobre la realidad del Rally Tucumano: “Yo pienso que hace falta mayor cantidad de gente en la organización y que a su vez tenga un alto grado de compromiso. Tenemos todo, unos caminos espectaculares, pilotos y navegantes de gran nivel, lo mismo que autos; solamente nos estaría faltando más gente comprometida en la organización”.
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